miércoles, 27 de mayo de 2009

VIENTO SALVAJE DE VERANO


Como bien rezaba el lema de una pasada campaña de cigarrillos: "Disfruta tus contradicciones". Yo añadiría: "Disfrútalas, pero no vivas en ellas: aprende de ellas"

El ser humano se asemeja a los tan manidos y comentados hoy ciclos económicos: tiempos de bonanza personal seguidos de estrepitosas recaídas, frecuentemente provocadas por errores semejantes y recurrentes o zarpazos incontrolables e inesperados; y los errores, de forma inconsciente, a veces auto provocados: tenemos un irrefrenable miedo a las buenas circunstancias por las temidas -y no siempre consecuentes- vacas flacas venideras.

Las primeras caídas nos pillan desprevenidos, y actuamos como bisoños patrones que no saben hacia donde dirigir el timón. Pero, sí, definitivamente yo creo que es necesario perderse para encontrarse, emanciparnos de la comodidad y acercarse al lado expuesto, irreflexivo; pero solo para asomarse, observar la altura de la catarata y disfrutar de la adrenalina unos momentos, acompañados de los adictivos compases del grupo que ameniza a bordo - efectivo elemento de distracción-; y ya embriagados de una incontrolada autonomía, realizar un torpe golpe de timón provocando casi una caída libre, para después tener que maniobrar con destreza y retroceder, y retomar el rumbo.

Y ese viento salvaje que una vez nos empujó a respirar la libertad -que de forma capciosa nos ofreció gratuita-, nos hará retornar al punto que decidimos abandonar. Y, con mayor perspicacia, volveremos a disfrutar en tierra firma de los paseos por las plazas, de un buen café, y de tu verdadera tripulación, la que de verdad trabaja para llegar a algún destino preciado y firme.

Pero lo que nunca cesará será esa música : esos sugestivos compases nunca nos abandonarán. Y de fondo y casi oculto, estará el grupo cantando para ti, compartiendo cena y riendo escandalosamente; y, por supuesto, with the colored girls saying:



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